La planta de Evonik en Castro promueve un alto nivel de sustentabilidad

Una empresa sustentable tiene sus acciones e iniciativas guiadas por la ética y el respeto medioambiental. Fue precisamente dentro de esta propuesta que nació la planta de Evonik para la fabricación de Biolys®, en la ciudad de Castro, Paraná, utilizando la tecnología de biofermentación más avanzada. Desde 2015, alrededor de 100 personas trabajan en la producción de aproximadamente 60.000 toneladas anuales de Biolys® (Sulfato de L-lisina) en la base equivalente de lisina HCl. Todos comprometidos en asegurar que los productos y servicios se fabriquen y suministren de la manera más sustentable posible y con garantía de abastecimiento al mercado de producción animal.

Uno de los medios utilizados por Evonik para lograr este objetivo fue la aplicación de “Evaluaciones de Ciclo de Vida” (ECV), que mide los impactos ambientales de un producto a lo largo de su vida. El proceso tiene en cuenta la extracción y procesamiento de materias primas, las prácticas de fabricación, distribución, uso, reciclaje y, finalmente, su eliminación.

Utilizado por la empresa en todo el mundo, este es un enfoque implementado desde 2003, año de la primera ECV realizada para MetAMINO® (aminoácido DL-Metionina). Este análisis de sustentabilidad se ha aplicado constantemente al creciente número de productos del portafolio y las plantas de producción de Evonik.

Los innovadores procesos de producción de Biolys® en la planta de Castro también se sometieron a esta evaluación. La atención se centró en la huella de carbono, que representa el grado de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Además, Evonik también analizó todo el ciclo de vida, demostrando el papel clave de los aminoácidos como herramienta para mejorar el rendimiento y la sustentabilidad de las operaciones de producción animal.

Según Miguel Menezes, gerente de la planta de Castro, más del 90% de la demanda eléctrica de la instalación será abastecida por fuentes renovables en 2021, principalmente por energía hidroeléctrica. Esto corresponde a un potencial de calentamiento global menor que la matriz estándar de la red eléctrica brasileña. El vapor necesario para la producción se genera íntegramente con astillas de madera de eucalipto, otra fuente de energía renovable.

La principal materia prima necesaria para el proceso de producción de Biolys® (Sulfato de L-lisina) es el azúcar. En la unidad de Castro se utiliza dextrosa de maíz, que captura grandes cantidades de CO₂ durante su crecimiento. La planta está ubicada en una región de cultivo de maíz y justo al lado de un molino productor de dextrosa, lo que reduce las emisiones con el transporte, además de otros beneficios de sustentabilidad acumulados en el proceso de producción.

La fábrica está altamente instrumentada y automatizada, lo que favoreció el uso de big data para la optimización de procesos, permitiendo la reducción del consumo específico de las principales utilidades, en los primeros 4 años de operación, de la siguiente manera:

Agua: -14%; Gas natural: -6%; Vapor: - 41%; Electricidad: - 6%

“Las optimizaciones de procesos realizadas por profesionales altamente preparados en la planta de Castro/PR, con el apoyo científico de investigadores e ingenieros de Alemania, permitieron la producción y comercialización de un producto más concentrado a partir de mediados de 2020. Como resultado, se gasta menos diésel para transportar la misma cantidad de lisina HCl, además de reducir el uso de recursos naturales, por kg de lisina HCl, con empaque y gas LPG para montacargas”, explica Menezes.

Las continuas mejoras en la producción permitieron a Evonik implementar una nueva formulación de producto: el nuevo Biolys®, ahora con un 60% de L-lisina, con un aumento del 10% en el tenor de lisina sulfato en comparación con la formulación del producto anterior. Tal mejora trajo beneficios específicos de sustentabilidad.

Según Víctor Naranjo, Director Técnico de América Latina, el proceso para elaborar el producto alternativo de lisina en forma de HCl requiere cantidades significativas de HCl y genera subproductos. Mientras que el proceso de producción de Biolys® no separa biomasa (lo que agrega valor nutricional a producto) y no genera subproductos ni residuos para su eliminación.

“Con las mejoras tecnológicas introducidas para la producción de Biolys®, se obtuvo una reducción adicional de CO₂ en planta, alcanzando el valor actual de 0,23 kg de equivalentes de CO₂ por kg de Biolys®. Este bajo valor se debe también a que las áreas agrícolas aledañas a la fábrica se utilizan desde hace más de 20 años para la siembra de maíz y otros productos agrícolas”, concluye el ejecutivo.

También vale la pena señalar que la adición de los aminoácidos a la alimentación animal, combinada con la reducción consistente de proteína cruda en los alimentos, es un método extremadamente sustentable para garantizar una nutrición animal saludable para una población mundial en crecimiento. Todo ello nos impone la necesidad de hacer un uso lo más eficiente posible de los recursos naturales existentes.